Mi rutina de cuidado facial

Cada persona tenemos un tipo de piel y unas necesidades completamente diferentes pero todo el mundo debemos tener un mínimo cuidado diario en relación a nuestro cutis. Por ello es importante tener una rutina de cuidado facial adaptada a tus necesidades.

En una rutina facial completa hay muchos pasos (hoy vamos a ver 7, que son los que yo considero más importantes, pero en las rutinas coreanas hay hasta 10 pasos diferentes) y lo primero que quiero dejar claro es que los únicos IMPRESCINDIBLES son la limpieza por la mañana y por la noche y el protector solar por la mañana. Los demás los iremos ajustando en la medida de lo que nuestra piel necesite, los productos y el tiempo (y las ganas) que tengamos, porque para qué negarlo, hay personas que no pueden o quieren dedicar 15 minutos a una rutina completa y es igual de respetable.

El primer paso es la limpieza, como ya he dicho antes, es un básico que debemos hacer por la mañana y por la noche. Si vamos maquilladas o si nos notamos la piel sucia, lo ideal es hacer la doble limpieza con limpiador oleoso y después acuoso para retirar todo tipo de impurezas. En mi caso, solo hago la doble limpieza por las noches cuando me desmaquillo después de todo el día, para las mañanas utilizo agua micelar y a mi piel le va muy bien.

El segundo paso es la mascarilla, este paso es mi momento zen. Una mascarilla es un refuerzo de lo que nuestra piel “nos pide”. No siempre debemos utilizar la misma mascarilla si no que podemos elegir según tengamos la piel. Hay muchísimas mascarillas en el mercado con un montón de finalidades, revitalizante, iluminadora, de limpieza, exfoliante… atrévete a probar la que tu piel necesite en cada momento. Por supuesto, no es un paso que haya que seguir a diario, una o dos veces por semana es suficiente para mantener una piel bonita y cuidada.

El siguiente paso es el tónico, que nos va a ayudar a calmar la piel después de la limpieza y a prepararla para el tratamiento que le vamos a poner encima.

En la mitad de la rutina tenemos al contorno de ojos que hay que aplicarlo muy suavemente con el dedo corazón a pequeños toques por el hueso del pómulo y alrededor del ojo. Mucha gente sólo lo utiliza en la parte de abajo del ojo pero está pensado para todo el círculo que rodea al ojo.

El quinto paso es el sérum, un sérum es un tratamiento de rápida absorción y una alta concentración de activos (los hay para todo tipo de pieles y necesidades, antiarrugas, hidratante, antioxidante…) como se absorbe muy rápido no suele requerir un masaje si no pequeños toquecitos con las yemas de los dedos para que se absorba mejor. Además facilita el paso y sirve de vehículo para que la crema penetre mejor. En algunos casos, el sérum se puede sustituir por un aceite facial que sea específico para nuestra piel.

El sexto paso y ya casi el último es la crema facial, es el paso más conocido y el la parte más importante del tratamiento, ya que todo lo anterior ha sido para preparar la piel para ayudar a la crema a hacer su función. Una buena crema nos va a ayudar a mantener la piel hidratada y va a protegerla de los agentes externos. Hay algunas que tienen una función específica (por ejemplo controlar el acné en las pieles grasas) pero todas ellas cumplen la función de proteger la piel y aportar hidratación y elasticidad.

El último paso es el protector solar, este es otro paso que debe ser obligatorio por las mañanas. Una buena protección solar es el mejor cuidado que le podemos dar a la piel, incluso aunque esté nublado y creamos que no nos da el sol, hay que utilizarla porque los rayos UVA sí que nos llegan aunque no lo parezca. Va a prevenir el fotoenvejecimiento y va a retrasar la aparición de arrugas.

Estos son los pasos que yo he adaptado a mi rutina e intento seguir en la medida de lo posible. Como ya he dicho, los únicos que no pueden fallar son el primero y el último y los demás los puedes combinar en función a tus necesidades, aunque siempre siguiendo este orden.

Espero haberte ayudado con este post y cuéntame en los comentarios qué rutina sigues tú y si haces algún paso extra que yo no haga o si por el contrario puedes mantener tu piel a raya con menos productos.