En los meses de frío solemos pasar más tiempo en casa y especialmente este año, que estamos saliendo bastante menos. Es importante que sepamos qué consecuencias va a tener en nuestra piel (como por ejemplo una piel sin excesiva hidratación) el estar en casa con la calefacción puesta y si todos los tipos de calefacción afectan por igual.
No a los cambios bruscos de temperatura.
En primer lugar, debemos conocer que desde que entramos en casa o en la oficina de la calle, nuestra piel necesita un tiempo para adaptarse a la nueva temperatura. En ese momento, puede salirnos sequedad, deshidratación, rojeces debido a la vasodilatación, rosácea, cuperosis, e incluso acelerar los procesos de envejecimiento celular de nuestro cutis.
Ahora que sabemos qué le ocurre cuando llegamos a un lugar caliente de uno frío, vamos a intentar ponerle solución desde primera hora de la mañana. Como he dicho antes, lo primero que vamos a notar en un cambio brusco en la temperatura de nuestro entorno es la piel más seca. La función barrera de la piel se va a desestructurar y vamos a tener una mayor salida de agua de nuestras células, por eso debemos proporcionarle un extra de hidratación.
Podemos utilizar texturas más ricas y cremas más untuosas que en verano. Con esto no quiero decir que las pieles grasas deban utilizar texturas que les aporten más grasa todavía, si no que la crema hidratante que utilicen, aporte esa hidratación que vas a necesitar con el transcurso del día.
¿Cómo puedo mejorar la hidratación de mi piel?
También debo recalcar que es muy importante la limpieza, ya que si tenemos la piel más reseca y sensibilizada, debemos utilizar un producto que sea suave con nuestra piel y que al mismo tiempo haga una limpieza profunda.
Cuando utilicemos productos que sea necesario enjuagarlos con agua, es importante que no esté muy caliente ni muy fría para evitar los cambios bruscos de temperatura que he comentado antes. Y, después de la limpieza utilizar un sérum y una crema en función de las necesidades de la piel para aportar la hidratación necesaria.
Es muy común olvidar los labios, pero especialmente en este tiempo y con los cambios bruscos de temperatura sufren más, por lo tanto, un buen protector labial hidratante es ideal. Mi consejo es que busques uno que contenga un alto porcentaje de lanolina, que es una sustancia humectante, que va a aportar hidratación y ayuda muchísimo a regenerar la piel.
La lanolina es el componente principal de las cremas para el cuidado del pezón en madres lactantes, con eso ya os podéis hacer una idea de la capacidad de regeneración de la piel que tiene. El bálsamo de Dr Lipp es ideal para cualquiera de los dos casos y es necesario aplicar muy poquita cantidad ya que cunde muchísimo.
Un truco que puedes utilizar para que la piel no se reseque tanto al llegar a casa, es el uso de humidificadores. Estos aparatos van a hacer que el ambiente dentro de tu hogar sea más húmedo y no va a favorecer tanto la pérdida de agua de tu piel. Hay algunos que son preciosos y pueden ser unos perfectos objetos de decoración y además en algunos casos se pueden echar aceites esenciales que van a dar un toque muy especial a la casa.
Pero, ¿hay algún producto en concreto que me vaya a ayudar a mantener la hidratación en la piel? La respuesta es sí.
A lo largo del día no vamos a poder reponer el tratamiento que nos hemos puesto por la mañana, especialmente si nos maquillamos o estamos fuera de casa. Pero hay solución para este problema: los sprays de agua termal, como esta agua de uva de Caudalie que podemos utilizar en cualquier momento y vamos a sentir la piel más confortable e hidratada al instante, ¿los has probado?
Y por último, hay que ser conscientes de que no todas las calefacciones van a resecar igual la piel. Los sistemas de calefacción por aire van a resecar nuestro cutis más que un radiador eléctrico.
Además, si el aire proviene del exterior, también va a entrar parte de la polución, generando suciedad en nuestra piel con el consiguiente taponamiento de los poros. Y también hay que tener en cuenta de la temperatura a la que tenemos puesta la calefacción, a más calor, más daño en la piel.
¿Eras consciente de lo perjudicial que podía llegar a ser la calefacción para el cutis? ¿Has notado la piel más reseca, textura más áspera, rojeces o aspecto más apagado y no sabías por lo que podía ser? Déjame en los comentarios si vas a tomar alguna medida para intentar minimizar al máximo el daño cutáneo por este motivo.