Limpieza Facial Coreana: aquí todos los detalles

La doble limpieza facial proviene de los rituales de belleza de los países asiáticos y más concretamente de Corea. Las mujeres coreanas tienen una piel radiante, lisa y sin prácticamente imperfecciones debido a la buena limpieza que se hacen por la mañana y por la noche. Te invitamos a conocer la doble limpieza facial coreana.

En occidente, siempre hemos optado por un único producto de limpieza del rostro ya sea en leche, aceite o el formato que más conviniera a nuestro tipo de piel, pero… ¿y si esa limpieza no es suficiente? En los últimos tiempos ha llegado a nosotras la doble limpieza del rostro así que vamos a ver en que consiste.

Lo primero que debemos saber es que necesitamos dos productos:

• El primero para realizar la doble limpieza facial coreana será un limpiador con base oleosa ya sea un aceite o un bálsamo. Las pieles grasas también deben utilizarlo porque un limpiador con base aceitosa penetra mejor en el poro para eliminar la suciedad y exceso de sebo que los que tiene base acuosa como un agua micelar o una leche.

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Modo de empleo: Este aceite se recomienda poner en la piel del rostro seca con la palma de las manos y con las yemas de los dedos ir dándonos un pequeño masaje por toda la cara incidiendo más en los ojos y los labios – que es lo que normalmente más nos maquillamos con cosméticos waterproof. Después aclararemos con agua tibia.

• El segundo paso consiste en volver a limpiar la piel en este caso con un limpiador con base acuosa para hacer desaparecer los restos de sudor, contaminación, suciedad, etc. Éste es el limpiador al que estamos más acostumbradas ya sea un gel o una espuma. Muchas veces medimos la capacidad de limpieza de un producto por la cantidad de espuma que haga al aplicarlo pero en realidad no es muy relevante, lo más importante es elegir un producto con un pH adecuado a nuestra piel que al retirarlo no nos quede la piel tirante.

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Modo de empleo: Une vez hayamos retirado el aceite, debemos aplicar el limpiador acuoso también con las manos dando un pequeño masaje e insistiendo en la zona “T” que es donde tendemos a acumular más impurezas y toxinas. Después aclaramos – en el segundo paso no es importante a qué temperatura aclaramos – y secamos a toques con una toalla.

Ya solo queda tonificar la piel con nuestro tónico favorito y habríamos acabado la rutina de limpieza coreana.

Es cierto que la doble limpieza nos llevará algo más de tiempo que la habitual, pero si tenemos en cuenta que la piel de las coreanas es, probablemente la más bonita del mundo, ¿no crees que vale la pena invertir esos minutos extra?