Todas soñamos con tener una piel de muñeca de porcelana sin arrugas, granos ni imperfecciones. El cuidado de poros es uno de los mayores retos que tenemos a la hora de escoger nuestra rutina de maquillaje y de cuidado de la piel.
Hoy en día, estamos acostumbrados a ver a diario pieles perfectas retocadas con filtros y debemos ser conscientes de que esas pieles no son reales. Los poros en la piel son totalmente necesarios para la salud cutánea y la salud en general, mediante ellos, nuestro cuerpo elimina toxinas y otras sustancias en el sudor.
Ahora que sabemos que los poros son necesarios y siempre van a estar ahí, vamos a ver cuál es la mejor manera de disimularlos y aprender a convivir con ellos.
Hay varias razones por las que los poros pueden verse más evidentes en nuestro cutis, la primera es la reducción de colágeno y elastina y eso da lugar a la flacidez, por este motivo, los poros parecen más grandes. El envejecimiento y la exposición al sol son dos de los factores principales de la disminución de síntesis de colágeno por nuestras células.
Otra razón por la que los poros se pueden ver más grandes es la presencia de sebo. Las pieles grasas y mixtas deben poner especial atención ya que sus células segregan más aceite. Este sebo que está en el poro, si no se limpia la piel a conciencia, se queda dentro y se oxida, dando lugar a los puntos negros. Por esto, los puntos negros son mucho más comunes en las zonas más grasas como la nariz y sus aletas, la frente y la barbilla.
Teniendo esto en cuenta, debemos saber que los poros no se pueden cerrar pero con ayuda de ciertos productos e ingredientes podemos disimularlos para que nuestra piel tenga una apariencia lo más lisa posible.
Limpieza, limpieza y más limpieza.
En primer lugar, es extremadamente importante tener un buen hábito de limpieza de la piel. La doble limpieza de la que ya hemos hablado en alguna ocasión va a ayudar muchísimo a disimular la presencia de poros.
Como primer paso, recomiendo un bálsamo suave apto para todo tipo de pieles, el Bálsamo desmaquillante Take the day Off de Clinique, que va a disolver cualquier resto de maquillaje, incluso el waterproof y todas las sustancias oleosas y como segundo paso, necesitamos un limpiador acuoso, que nos limpie profundamente la piel de sustancias como el sudor y otras que se disuelvan en agua, en este caso, la Espuma Limpiadora de Caudalie es una opción ideal para todo tipo de pieles.
Teniendo una buena limpieza diaria tanto por la mañana como por la noche, conseguiremos que los poros estén limpios y pasen más desapercibidos.
Además, si el sebo es la causa por la que los poros son más visibles, hay ciertos ingredientes que van a ayudar a disimularlos, la mezcla de niacinamida con zinc es una de mis opciones preferidas para controlar la síntesis de sebo, además, la niacinamida mejora la función barrera de la piel. El sérum de The Ordinary de niacinamida 10% y zinc 1% es muy recomendable para regular la grasa y reducir el tamaño de los poros.
Colágeno… ¿dónde estás?
Si el poro está más abierto por la flacidez del cutis, esto indica que falta colágeno en la estructura de nuestra piel. En este caso, la protección solar es un producto indispensable en la rutina diaria, ya que, como hemos visto antes, los rayos ultravioletas son uno de los factores principales de daño al colágeno. También es muy bueno utilizar un producto con retinoides para favorecer su síntesis al igual que la vitamina C.
En caso de incorporar retinoides en la rutina diaria, debemos tener en cuenta varios factores. Es un ingrediente que no se puede utilizar durante el embarazo ni la lactancia y que además debemos introducirlo poco a poco en la rutina facial.
La manera de comenzar con los retinoides, es incorporarlos en la rutina de noche como tratamiento único comenzando con su aplicación una vez cada 3 días e ir aumentando poco a poco su frecuencia según nuestra piel lo vaya aceptando.
Es normal que al principio, los retinoides causen picor, rojeces, e incluso llegue a pelarse la piel, por eso, es también muy importante la protección solar a la mañana siguiente después del uso de retinoides, ya que la piel va a estar sensibilizada.
Si utilizamos vitamina C, debemos hacerlo en distinto momento que la niacinamida, ya que se van a inactivar una a la otra. Lo ideal es utilizar por la mañana la vitamina C y por la noche la niacinamida.
Con estos consejos ya verás como te va a mejorar la textura de la piel y vas a ver que los poros están mucho más disimulados, y vas a tener la piel más sana y se va a notar por fuera.